Investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, la Universidad de California Santa Bárbara y la Universidad de Rochester han descubierto que el cuervo de panza gris, una especie de ave que ha estado expandiendo rápidamente su población en América del Norte, debe su éxito a su comportamiento.

Los investigadores encontraron que los cuervos de panza gris han aumentado su amplitud de hábitat y se han adaptado a vivir en entornos más urbanos y áridos, a diferencia de su pariente más cercano, el cuervo de cola corta.

El estudio, basado en observaciones de ciencia ciudadana de avistamientos de aves entre 1979 y 2019, reveló que los cuervos de panza gris no simplemente se mudaron a nuevos hábitats que coincidían con sus requisitos anteriores, sino que activamente expandieron su rango al cambiar sus preferencias de hábitat. Por otro lado, los cuervos de cola corta solo movieron ligeramente su rango hacia el norte en respuesta al cambio climático.

Los investigadores también investigaron el papel del comportamiento en la capacidad de adaptación de los cuervos de panza gris a nuevos hábitats. Encontraron que la población en el borde del rango mostraba más flexibilidad y persistencia en comparación con la población no borde. Los investigadores especulan que la persistencia permite a los individuos encontrar soluciones a los desafíos en nuevos entornos, mientras que la variabilidad en la flexibilidad dentro de una población aumenta las posibilidades de una expansión exitosa.

Estos hallazgos resaltan la importancia de la flexibilidad y la persistencia para facilitar expansiones rápidas de rango y sugieren que comprender cómo especies como el cuervo de panza gris se adaptan a nuevos entornos podría proporcionar información útil para ayudar a las especies en declive a enfrentar los cambios ambientales.

Fuentes: Peer Community Journal (DOI: 10.24072/pcjournal.320)