Un reciente estudio realizado por paleontólogos de la Universidad College Cork (UCC) ha descubierto evidencia revolucionaria de proteínas en plumas fosilizadas, lo que proporciona valiosos conocimientos sobre la evolución de las plumas. Investigaciones anteriores habían indicado que la composición de las plumas antiguas difería de la de las plumas de aves modernas. Sin embargo, esta nueva investigación revela que la composición proteica de las plumas actuales también estaba presente en las plumas de dinosaurios y aves primitivas, lo que sugiere que la química de las plumas se originó mucho antes de lo que se creía anteriormente.
Dirigido por la Dra. Tiffany Slater y la Prof. Maria McNamara de la Facultad de Ciencias Biológicas, de la Tierra y del Medio Ambiente de UCC, en colaboración con científicos de la Universidad de Linyi (China) y Stanford Synchrotron Radiation Lightsource (EE.UU), el estudio examinó plumas de 125 millones de años del dinosaurio Sinornithosaurus y el ave primitiva Confuciusornis, así como una pluma de 50 millones de años de Estados Unidos.
El equipo desarrolló un método novedoso para detectar rastros de proteínas en plumas antiguas utilizando rayos X y luz infrarroja. Su análisis reveló que las plumas de Sinornithosaurus contenían cantidades significativas de beta-proteínas, similares a las encontradas en las plumas de aves modernas. Este descubrimiento establece un nuevo vínculo entre los dinosaurios y las aves y desafía las suposiciones previas sobre la composición de las plumas antiguas.
Para comprender mejor las señales químicas conservadas en las plumas fosilizadas, los investigadores realizaron experimentos para investigar cómo se degradan las proteínas de las plumas durante el proceso de fosilización. Estos experimentos mostraron que la degradación de las proteínas explica la discrepancia entre las composiciones proteicas de las plumas actuales y las plumas de dinosaurios previamente estudiadas.
Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones importantes para nuestra comprensión de la evolución de las plumas y la conservación de biomoléculas antiguas a lo largo de millones de años. Al desarrollar nuevas herramientas para desvelar los secretos químicos de los fósiles, los científicos pueden obtener conocimientos emocionantes sobre la evolución de importantes tejidos y sus biomoléculas.
Fuentes:
– Universidad College Cork (UCC)
– Nature Ecology and Evolution