El vidrio ha desconcertado durante mucho tiempo a científicos e historiadores, ya que no se comporta ni como un sólido ni como un líquido. Mientras algunos argumentan que el vidrio es un líquido que ha fluido con el tiempo, otros mantienen que es un sólido o tal vez algo intermedio. En realidad, el vidrio ocupa su propio estado de la materia.

El vidrio es un material diverso que se presenta en diversas formas, desde composiciones claras hasta coloreadas. Se crea mediante la fusión de diferentes ingredientes, como arena, piedra caliza y carbonato de sodio, a temperaturas extremadamente altas. El líquido resultante se enfría rápidamente, evitando que los átomos se organicen en una estructura cristalina.

La confusión que rodea a la naturaleza del vidrio se debe a su estructura desordenada no cristalina. En los sólidos típicos, los átomos están fijos en su lugar, mientras que en los líquidos los átomos pueden moverse y reorganizarse con facilidad. El vidrio, por otro lado, es como un sólido con una estructura desordenada. Sus átomos están mecánicamente fijos, pero carecen de la regularidad que se encuentra en los materiales cristalinos.

El vidrio existe en un equilibrio metaestable, lo que significa que continúa relajándose hacia un estado líquido en una escala de tiempo increíblemente larga. Sin embargo, a temperatura ambiente, estos cambios ocurren tan lentamente que el vidrio efectivamente se comporta como un sólido en escalas de tiempo prácticas. El movimiento lento de las partículas en el vidrio hace que sea difícil observar cualquier comportamiento similar a un líquido, incluso durante siglos, como se puede ver en las vidrieras de los edificios medievales.

La idea errónea de que el vidrio fluye con el tiempo puede ser desafiada con una explicación más simple sobre el grosor desigual de algunos paneles de vidrio antiguos. Debido a limitaciones de fabricación en el pasado, los paneles no tenían un grosor uniforme y tenían que instalarse con el extremo más grueso hacia arriba o hacia abajo en el marco.

En conclusión, el vidrio es un estado de la materia único, que desafía las definiciones tradicionales de sólidos y líquidos. Si bien su estructura se asemeja a la de un sólido, carece de la disposición ordenada que se encuentra en los materiales cristalinos. El vidrio sigue siendo un sólido rígido en escalas de tiempo prácticas, comportándose más como un líquido solo en una escala de tiempo increíblemente lenta e inconsecuente.

Fuentes:
– Live Science