Este año se celebra el centenario de Joan Oró y Gilbert V. Levin, dos científicos que desempeñaron roles cruciales en el Proyecto Vikingo de la NASA, que tenía como objetivo buscar signos de vida en Marte. El proyecto consistió en enviar dos naves gemelas, cada una compuesta por un orbitador y una sonda de aterrizaje, al planeta rojo en 1976.

Joan Oró, un bioquímico nacido en Cataluña, España, centró su investigación en los orígenes de la vida. En 1959, demostró que la adenina, uno de los bloques de construcción genéticos del ADN y ARN, podría formarse a partir de sustancias químicas más simples en ausencia de biología. Este experimento se basó en el famoso trabajo de Stanley Miller y Harold Urey, quienes demostraron que se podían sintetizar diversos compuestos biológicamente importantes en condiciones que se pensaba que se asemejaban a las de la Tierra primitiva. La investigación de Oró contribuyó a nuestra comprensión de cómo podría haberse originado la vida.

Durante mis interacciones con Oró a principios de la década de 2000, habló sobre un instrumento en el que había trabajado llamado cromatógrafo de gases acoplado a espectrómetro de masas (CG-EM). Este instrumento formaba parte de la misión Vikingo y se utilizaba para analizar la composición del regolito, especialmente su contenido orgánico. Oró estaba especialmente interesado en determinar si había algún material orgánico, los componentes básicos de la vida, presente en Marte.

Gilbert V. Levin, un ingeniero, desarrolló un instrumento llamado experimento de liberación etiquetada (LE) para la misión Vikingo. Había estado trabajando en este experimento durante varias décadas antes del lanzamiento. Levin creía que el experimento de LE había detectado signos de vida en Marte, aunque otros instrumentos y el consenso científico no estaban de acuerdo. Continuó publicando artículos defendiendo su interpretación de los resultados hasta su fallecimiento en 2021.

El experimento de LE de Levin consistía en suministrar compuestos orgánicos a posibles microorganismos y luego buscar signos de metabolismo, específicamente la producción de gas. La presencia de gas indicaría la presencia de vida. El experimento arrojó resultados positivos en ambos sitios de aterrizaje, con la producción de gas cuando el regolito recibía el líquido nutritivo pero no cuando se esterilizaba previamente con calor.

Curiosamente, el CG-EM de Oró no detectó ningún compuesto orgánico en el regolito, lo que causó confusión e interpretaciones contradictorias de los resultados. La ausencia de materia orgánica hizo que muchos científicos, incluido Oró, fueran escépticos ante los hallazgos del experimento de LE.

Si bien Oró y Levin tenían interpretaciones diferentes de los datos de la misión Vikingo, sus contribuciones a la búsqueda de vida en Marte fueron significativas. Demostraron las complejidades y desafíos de realizar exploración científica en otro planeta, provocando debates y alimentando nuevas investigaciones en la búsqueda de comprender el potencial de vida más allá de la Tierra.

Fuentes: NASA

El papel de Joan Oró y Gilbert V. Levin en la búsqueda de vida en Marte

El papel de Joan Oró y Gilbert V. Levin en la búsqueda de vida en Marte

El papel de Joan Oró y Gilbert V. Levin en la búsqueda de vida en Marte

El papel de Joan Oró y Gilbert V. Levin en la búsqueda de vida en Marte