La nave espacial Osiris-Rex de la NASA está lista para regresar a la Tierra el domingo después de una misión de siete años al asteroide Bennu. La nave espacial, que logró tomar una muestra de escombros de la superficie del asteroide en 2020, se espera que entregue al menos una taza de material, mucho más que las misiones anteriores de recolección de muestras de asteroides realizadas por Japón. La cápsula de muestra caerá en paracaídas en el desierto de Utah mientras la nave espacial continúa hacia otro asteroide.

El objetivo principal de la misión es recolectar muestras de Bennu, que se cree que es un remanente de un asteroide más grande y ofrece información sobre el sistema solar temprano. Los científicos esperan que el estudio de estas muestras proporcione información valiosa sobre la formación de la Tierra y los orígenes de la vida. Bennu también se considera un asteroide potencialmente peligroso que podría chocar con la Tierra en el futuro, por lo que es importante comprender su composición y trayectoria.

La nave espacial Osiris-Rex utilizó un dispositivo similar a una aspiradora para recolectar polvo y piedras de la superficie de Bennu. Sin embargo, durante el proceso de recolección, algunas muestras quedaron atrapadas alrededor del borde de la tapa, lo que causó que una pequeña porción se derramara al espacio. La cantidad exacta de material dentro de la cápsula de muestra no se conocerá hasta que se abra. Después de aterrizar en Utah, la cápsula será transportada a un laboratorio limpio en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston.

Esta misión es parte de los continuos esfuerzos de la NASA para estudiar asteroides y recolectar muestras del espacio profundo. Osiris-Rex es la tercera nave espacial en regresar con muestras del espacio profundo, siguiendo las misiones de la NASA y Japón. En el futuro, la NASA planea explorar más asteroides y continuar su investigación sobre estos cuerpos celestes.

Fuentes: The Associated Press