Un equipo de investigadores de la empresa israelí Rewind, dedicada a soluciones para el cambio climático, ha desarrollado un método innovador de almacenamiento de carbono que utiliza el Mar Negro como sumidero natural. El proceso consiste en tomar plantas y otra biomasa con altas concentraciones de carbono y hundirlas en el fondo del mar. De esta manera, se evita que el carbono vuelva a ser liberado a la atmósfera, almacenándolo de forma efectiva durante miles de años.
La inspiración para este método surgió de la propia naturaleza, ya que las plantas son conocidas por su capacidad para capturar y almacenar dióxido de carbono. Al preservar el equilibrio de la liberación de carbono cuando las plantas se descomponen, los investigadores plantearon la hipótesis de que podrían lograr un efecto neto negativo, evitando que el carbono regrese a la atmósfera. Este método utiliza materia vegetal existente que de otro modo se desperdiciaría o se quemaría.
El Mar Negro fue elegido como la ubicación ideal para el almacenamiento de carbono debido a su forma geológica, que impide que el oxígeno llegue a las capas más profundas donde se hunden los ricos en carbono. La falta de oxígeno crea un ambiente que preserva las plantas y evita su descomposición. Además, la región del Mar Negro produce una cantidad significativa de biomasa residual de la agricultura y productos de madera, lo que la convierte en un lugar adecuado para este proceso.
Las plantas leñosas, como los árboles, son particularmente adecuadas para el almacenamiento de carbono, ya que capturan carbono rápidamente y son estables en el agua. Otros restos agrícolas, como los tallos de girasol, también son opciones viables. La biomasa se somete a pruebas de contenido de carbono y sustancias químicas dañinas antes de ser transportada y hundida en el mar.
Si se escalara, este método de almacenamiento de carbono tendría el potencial de eliminar 1 mil millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera anualmente. Esto es significativo, considerando que el mundo emitió 36.6 mil millones de toneladas de dióxido de carbono en 2022, y la eliminación de carbono es fundamental para la mitigación del cambio climático.
Si bien existen tecnologías de captura de carbono, uno de los desafíos es la cantidad de energía requerida para filtrar el CO2 del aire y los costos asociados de infraestructura. Sin embargo, este nuevo método que utiliza el Mar Negro como sumidero natural podría proporcionar una solución más rentable y eficiente desde el punto de vista energético.
Fuente: Rewind, ABC News, Reuters