Un reciente estudio ha revelado que los gusanos parásitos conocidos como trematodos de hígado tienen una estrategia más sofisticada para infectar hormigas de la que se pensaba previamente. Estos gusanos llevan a las hormigas a subir por hojas de pasto y luego bajar cuando el clima se vuelve demasiado caliente. El propósito de esta manipulación es aumentar las posibilidades de que las hormigas sean comidas por animales más grandes, permitiendo que los gusanos continúen su ciclo de vida.
Los trematodos de hígado viven principalmente dentro de vacas u otros rumiantes herbívoros como adultos. Los gusanos depositan huevos en la hierba a través de las excreciones de la vaca, que luego son comidos por caracoles. Dentro de los caracoles, los gusanos pasan a la siguiente etapa larval y se reproducen asexualmente. Los caracoles reaccionan a la infestación formando quistes alrededor de los gusanos, que finalmente son expulsados y ingeridos por las hormigas junto con las larvas de gusano.
Una vez dentro de la hormiga, las larvas entran en su siguiente etapa de vida. La mayoría migran al estómago de la hormiga, pero una de ellas se dirige al cerebro y toma el control. La hormiga infectada es entonces obligada a subir a la parte superior de una hoja de pasto y fijarse, brindando así una oportunidad para que animales más grandes coman a la hormiga y a los gusanos. Los gusanos finalmente alcanzan la edad adulta dentro de su último huésped, se trasladan al hígado, se alimentan, se reproducen y ponen huevos para reiniciar el ciclo.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Copenhague decidió investigar este proceso complejo más a fondo. Estudiaron más de mil hormigas infectadas en un bosque de Dinamarca y encontraron que la temperatura tenía la mayor influencia en el comportamiento de las hormigas. Las hormigas se quedaban en la hierba durante días frescos, pero descendían en días calurosos. Esto sugiere que los gusanos manipulan a las hormigas durante la noche y por la mañana para posicionarlas en la hierba cuando los animales herbívoros están activos y luego protegerlas del sol durante el día.
Estos hallazgos destacan la complejidad del comportamiento de los parásitos y la necesidad de investigaciones adicionales para comprender los mecanismos específicos utilizados por estos gusanos para manipular el cerebro de las hormigas. Si bien los humanos ocasionalmente pueden infectarse con trematodos de hígado, estas infecciones son raras y los humanos son huéspedes accidentales.
Fuentes: Behavioral Ecology