Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications ha revelado importantes avances en la comprensión de la formación de los diamantes rosados, conocidos por su rareza y belleza. Estas preciosas gemas, consideradas algunas de las más caras del mundo, han sido abundantes en la mina Argyle en Australia, que recientemente cerró sus operaciones. Sin embargo, las razones detrás de la alta concentración de diamantes rosados en este lugar en particular han sido un misterio durante mucho tiempo.

Según los investigadores australianos, los diamantes rosados de Argyle fueron llevados a la superficie de la Tierra hace más de 1.3 mil millones de años. Su formación se debe a una combinación de tres ingredientes clave. El primero es el carbono, que debe estar enterrado profundamente en la Tierra, por debajo de los 150 km. El segundo ingrediente es una cantidad específica de presión que hace que los diamantes transparentes se vuelvan rosados. Una presión insuficiente resultaría en diamantes de color marrón, menos valiosos.

El tercer ingrediente, descubierto por los científicos, es un evento volcánico que llevó los diamantes a la superficie y los hizo accesibles a los seres humanos. Al analizar pequeños cristales en una muestra de roca de la mina Argyle, los investigadores pudieron determinar la edad de los diamantes y establecer una línea de tiempo más precisa. Descubrieron que los diamantes fueron impulsados hacia arriba durante la fragmentación del primer supercontinente del mundo, conocido como Nuna o Columbia, hace 1.3 mil millones de años.

Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para la búsqueda de futuros diamantes. Ahora se sabe que los diamantes rosados pueden encontrarse cerca de los bordes de los continentes, en antiguos cinturones montañosos que marcan la fragmentación de los supercontinentes antiguos. Entre las posibles ubicaciones para futuros descubrimientos se incluyen Canadá, Rusia, el sur de África y Australia.

Si bien el cierre de la mina Argyle ha contribuido a la escasez de diamantes rosados, se espera que su valor continúe aumentando. El entendimiento reciente de su proceso de formación podría guiar los esfuerzos futuros para encontrar estas gemas raras, aunque no será un proceso fácil ni rápido.

En conclusión, el descubrimiento del «ingrediente faltante» de los diamantes rosados abre nuevas posibilidades para localizar estas valiosas gemas. Los científicos ahora tienen una comprensión más clara de las condiciones necesarias para su formación, lo que podría ayudar en futuras búsquedas de diamantes rosados en otras regiones del mundo.

Fuentes:
– Nature Communications
– Curtin University
– University of Adelaide