Después de más de una década de arduo trabajo, los ingenieros finalmente han logrado el «primer encendido» con el Linac Coherent Light Source-II (LCLS-II), el láser de rayos X más potente del mundo. Este hito significa que la máquina recientemente mejorada está lista para ser utilizada en investigaciones científicas.
El LCLS-II es un acelerador lineal diseñado para producir rayos X de alta energía capaces de examinar los trabajos más pequeños e intrincados de la materia y sus interacciones. En comparación con su predecesor, el LCLS-II puede generar un impresionante millón de pulsos de rayos X por segundo, lo cual es una mejora significativa en comparación con los 120 pulsos por segundo del modelo original. Estos rayos X serán 10.000 veces más brillantes que antes, lo que permitirá a los científicos observar fenómenos previamente inobservables.
La alta cantidad de fotones tiene implicaciones de gran alcance para la investigación científica. Andrew Burrill, director de laboratorio asociado de la Dirección de Aceleradores, explica que la mayor frecuencia de disparo de un millón de disparos por segundo reduce significativamente el tiempo necesario para recolectar datos. Esto significa que los investigadores pueden realizar experimentos de manera más eficiente y potencialmente acelerar los descubrimientos en campos que van desde la salud humana hasta la ciencia de materiales cuánticos.
El láser mejorado ha recibido elogios de la secretaria de Energía de los Estados Unidos, Jennifer M. Granholm, quien cree que arrojará luz sobre los fenómenos más pequeños y rápidos del universo. Granholm afirma que este avance tecnológico mantendrá a Estados Unidos a la vanguardia de la ciencia de rayos X y proporcionará conocimientos invaluables sobre los trabajos a nivel atómico del mundo.
El LCLS-II, situado en el Laboratorio Nacional de Aceleradores SLAC en Menlo Park, California, se extiende a lo largo de dos millas de longitud. Durante los últimos 14 años, ha producido rayos X utilizados para examinar diversos temas, incluyendo metales robustos y la fotosíntesis. El desarrollo del LCLS-II requirió que los ingenieros construyeran una planta criogénica capaz de enfriar el acelerador lineal a una asombrosa temperatura de -456 grados Fahrenheit (-271 grados Celsius).
Con el «primer encendido» logrado, los equipos del LCLS-II en SLAC han demostrado que se han cumplido los parámetros de rayos X necesarios para la finalización del proyecto. Aunque aún no se ha realizado ninguna investigación científica, el acelerador mejorado estará listo para su uso en noviembre, cuando llegarán los primeros usuarios.
A pesar de los contratiempos causados por un evento de viento que interrumpió el suministro eléctrico y retrasó el progreso, el futuro de la ciencia y la tecnología está en marcha bajo las colinas de Menlo Park. Este revolucionario láser promete descubrimientos y avances innovadores, desde el estudio de estructuras moleculares hasta la mejora de la eficiencia de las baterías de teléfonos.
Fuentes:
– Gizmodo
– SLAC National Accelerator Laboratory