Los investigadores de la Universidad de Curtin en Australia han identificado un nuevo factor geológico crucial para encontrar diamantes rosas en la superficie de la Tierra, según un estudio publicado en la revista Nature Communications.

Hasta ahora, se creía que la presencia de carbono en las profundidades de la Tierra y las fuerzas de colisión de las placas tectónicas eran necesarias para que los diamantes se volvieran de color rosa. Sin embargo, el equipo de científicos ha descubierto que también se requiere el „estiramiento” de masas de tierra para que estos valiosos minerales puedan llegar a la superficie.

El geólogo Hugo Olierook y su equipo llevaron a cabo un estudio en el volcán de Argyle, en el noroeste de Australia, una región conocida por albergar una de las principales minas de diamantes rosas del mundo. El análisis reveló que el volcán se formó hace 1.300 millones de años, mucho antes de lo que se creía anteriormente, y que esta formación fue resultado de la ruptura de un antiguo supercontinente.

Según Olierook, el estiramiento del área donde se encuentra Argyle creó grietas en la corteza terrestre, permitiendo que el magma que contenía los diamantes rosas se elevara hacia la superficie. Este descubrimiento sugiere que la presencia de carbón en las profundidades, la colisión continental y el estiramiento son los tres ingredientes clave para encontrar diamantes rosas.

El geólogo enfatiza la importancia de encontrar „el próximo Argyle”, ya que el área donde se encuentra esta mina es un punto de unión de dos antiguos continentes, lo que deja abierta la posibilidad de descubrir otros volcanes similares portadores de diamantes rosas.

Fuentes:
– Estudio publicado en Nature Communications.
– Universidad de Curtin, Australia.