Un estudio reciente realizado por un equipo de investigación internacional ha descubierto que los bosques boreales y templados son igualmente importantes para el almacenamiento de carbono, e incluso más, en comparación con los bosques tropicales. El equipo, liderado por la Comisión de Energías Alternativas y Energía Atómica de Francia, llevó a cabo un mapa de los cambios anuales en la biomasa forestal global desde 2010 hasta 2019.
Los hallazgos revelan que los bosques tropicales, a pesar de ser más antiguos, han experimentado una disminución significativa debido a la deforestación, los incendios forestales y las sequías, lo que ha afectado negativamente su capacidad de neutralizar el carbono. Por otro lado, los bosques boreales y templados, especialmente los más jóvenes, están desempeñando un papel cada vez más vital en las estrategias para mitigar el cambio climático. A medida que aumenta la biomasa en estas áreas forestales, contribuyen a una captura de carbono más efectiva.
El equilibrio de carbono en la biomasa se determina mediante el crecimiento de las plantas y la expansión de la cobertura forestal, así como las pérdidas resultantes de la cosecha, la deforestación, la degradación, la mortalidad de los árboles y las perturbaciones naturales. Monitorizar los cambios en las reservas de carbono de la biomasa a lo largo del tiempo es fundamental para comprender mejor los efectos del cambio climático y las actividades humanas en los ecosistemas, además de informar las políticas de mitigación del cambio climático.
Los investigadores utilizaron datos de biomasa para calcular las reservas de carbono de la biomasa a nivel global y su distribución entre 2010 y 2019. Los resultados indican que las reservas de carbono de la biomasa terrestre aumentaron aproximadamente en 500 millones de toneladas métricas de carbono anualmente durante el período estudiado. Se identificó que los bosques boreales y templados son los principales contribuyentes al almacenamiento global de carbono, mientras que los bosques tropicales se convirtieron en pequeñas fuentes de carbono debido a la deforestación y la mortalidad de árboles causada por la sequía.
Estudios anteriores han demostrado que los bosques tropicales están perdiendo su capacidad de almacenar carbono de manera efectiva. Sin embargo, la investigación también sugiere que restaurar estos bosques puede aumentar su capacidad de capturar carbono. Actualmente, los bosques tropicales de crecimiento antiguo, con un promedio de edad de árboles superior a 140 años, son casi neutrales en carbono. En contraste, los bosques templados y boreales, donde los árboles tienen 50 años o menos, se han convertido en los principales sumideros de carbono a nivel mundial.
Estos nuevos descubrimientos desafían los modelos predictivos existentes que consideraban que todos los bosques de crecimiento antiguo eran sumideros significativos de carbono. Hasta ahora, no se había tenido en cuenta la importancia de la demografía forestal y el impacto de la deforestación y la degradación en los bosques tropicales, que están experimentando una pérdida de biomasa.
Los resultados de este estudio pueden desempeñar un papel crucial en la predicción de las dinámicas futuras de almacenamiento de carbono y en la formulación de políticas de mitigación del cambio climático. Al comprender el potencial de almacenamiento de carbono de diferentes tipos de bosques, los responsables de la toma de decisiones pueden desarrollar estrategias más efectivas para combatir el cambio climático.
Fuentes:
– Comisión de Energías Alternativas y Energía Atómica de Francia